«Cuando tenía veintiocho años me despidieron del trabajo y Marlene mató a nuestro hijo menor. Cuando tenía treinta y dos, yo maté a Marlene».Una novela que humaniza el dolor de la pérdida y nos invita reflexionar sobre la violencia en el ámbito familiar.Una ficción psicológica que explora las grietas de la condición humana.Un laberinto donde nada es lo que parece. ¿O sí?