Es el verano previo al cumpleaños números dieciséis de Sabrina Spellman. Ella sabe que su mundo, tal como lo conoce, está a punto de cambiar. Siempre ha estudiado magia y hechizos con sus tías, Hilda y Zelda. Pero también ha podido vivir una vida normal, como cualquier otro mortal: asiste al instituto Baxter, sale con sus amigas Susie y Roz, y va al cine con su novio, Harvey Kinkle. Pero todo esto está a punto de acabarse. Adiós mundo mortal. Adiós amigos. Adiós salidas con su novio. Y para Sabrina, la mera idea de su nueva vida la vuelve loca, especialmente porque no sabe cómo Harvey se siente con respecto a ella. Su primo, Ambrose, le sugiere que haga un hechizo para descubrir los verdaderos sentimientos de Harvey. Pero cuando un misterioso espíritu del bosque interfiere en la magia de Sabrina, el hechizo sale terriblemente mal.
Pero la sensación general que he tenido al leerlo era que la trama no avanzaba, no revelaba demasiados misterios no conocidos de los personajes secundarios y que no sabía muy bien hacia dónde iba la obra. No reconocí mucho a Sabrina en la joven insegura y celosa que nos presenta Sarah Rees Brennan y me faltaron elementos como los conjuros en latín, la presencia de los demonios o la oscuridad citada para sentirme completamente dentro del mundo de Sabrina.
Así que… ¿lo recomendaría? Sí, si eres fan de la serie y quieres disfrutar un poco más del mundo interior de los personajes secundarios. Pero teniendo en cuenta todo lo que aquí hemos comentado.