Le enseñaron a ser el más rápido, hábil y letal. Cuando un demonio anda cerca, no se le escapa nunca. Y en cuanto a los daños colaterales bueno, eso no es culpa suya. Pero cuando se encuentra con el demonio que ha poseído al hombre más sabio de todos los tiempos, todo puede venirse abajo. Con su característico estilo mordaz e irónico, K.J. Parker nos ofrece un relato a medio camino entre la fantasía y el terror.
Todo ello, sumado a la habilidad narrativa del autor, capaz de cambiar del presente al pasado en un par de párrafos, saltarse la cuarta pared dirigiéndose directamente al lector y hacer que se te escape una sonrisa de ironía al continuar leyendo, hacen que El demonio de Próspero sea una obra más que recomendable para los amantes de fantasía oscura.
Solo recordad la regla número uno de los exorcistas y nunca negociéis con las voces de vuestra cabeza ;)