Un clásico del feminismo y la lucha contra el racismo del siglo XX. Esta es la historia de dos hermanas: Nettie, que ejerce como misionera en África, y Celie, que vive en el Sur de Estados Unidos, casada con un hombre al que odia y abrumada por la vergüenza de haber sido violada por quien cree que es su padre. A lo largo de treinta años ambas mantienen el recuerdo y la esperanza de reencontrarse y vuelcan sus sentimientos en unas cartas conmovedoras. Pero la dramática existencia de Celie cambiará cuando entre en su vida la amante de su marido, una extraordinaria mujer llama Shug Avery. Alice Walker traza en esta ya clásica historia, narrada en formato epistolar, un crudo y sin embargo bello relato del abuso hacia las mujeres y la comunidad afroamericana en los Estados Unidos de la primera mitad del siglo XX. El relato de ambas hermanas, merecedor del Premio Pulitzer y del National Book Award en 1983, se convierte en símbolo de una lucha que aún a día de hoy no hemos acabado de librar.
A pesar de ello, está claro que la obra de Alice Walker es importante y merece un lugar en nuestras estanterías. Es todo un acierto que haya decidido recuperar la figura de Nettie, la hermana, a mitad de la narración para trasladarnos cómo es vivir para personas negras en mitad de una tribu en África y comprender el enorme cisma de separación que hay entre ellos, considerados “casi blancos” por sus orígenes americanos, y los habitantes de las tribus. Y, si he de ser honesta, seguí leyendo más por un interés antropológico en la perspectiva de Nettie y el pastor en una comunidad indígena que forma parte de la reivindicación de las raíces y los orígenes de los afroamericanos que por el propio interés de la vida de ambos personajes.
Por el resto, me faltó drama, me faltaron detalles sobre la vida de Sofia en la prisión, sobre el maltrato psicológico que Mr.______ le hacía cada día a Celie, sobre el trauma de la pérdida de los hijos y las sin dudas dificultades con las que la protagonista tenía que sacar adelante la casa y los campos cuando su esposo decidió no volver a trabajar. Sin esto, esamos leyendo unas cartas increíblemente relevantes para el contexto histórico en el que está escrito pero, desafortunadamente, libros como Americanah (Chimamanda Ngozi Adichie. LITERATURA RANDOM HOUSE. 2014) me enseñaron mucho más sobre la realidad de ser una mujer negra en un mundo racista que esta obra.