Usa la fantasía para reivindicar cuestiones de lo más reales y actuales y además nos enseña cultura y arte de Granada lo cual ha hecho que me entren muchas ganas de visitar la ciudad.
Me he sentido muy identificada a lo largo de la novela con Néstor y sus ganas de dibujar y su pasión por el arte me resultan familiares. Sobre todo en el momento en que le dice a su tía que quiere estudiar el bachillerato artístico.