Mads está muy satisfecha con su vida. Asiste a la Iglesia con su familia, y no se pierde un partido de la liga de béisbol con su padre. Disfruta ganduleando con su mejor amiga Cat, y hasta ahora ha conseguido evitar que Adam, el chico de al lado, la bese. Es todo lo que podía esperar que fuera el instituto. Hasta que, de repente, todo cambia. Su padre esconde un gran secreto, tan grande que podría destrozar a su familia. Y eso es sólo el comienzo de sus problemas: por si fuera poco. Mads empieza a darse cuenta de que no quiere besar a Adam porque… a la única persona que desea besar es a Cat. El beso nº 8, La novela gráfica de la escritora colleen Af venerable y la ilustradora Ellen T. Crenshaw, es una historia divertida, intensa y con múltiples capas acerca de la sexualidad adolescente y los secretos de familia.
La primera vez que leí este cómic recuerdo que tuve que hacer diferentes parones entre capítulos debido a la longitud de la obra; pero en esta segunda relectura me lo he ventilado en una tarde. Y es que El beso número ocho, quizás precisamente por el talento de su guionista, se convierte poco a poco en una obra a la que le vas cogiendo cariño y que no quieres que termine nunca.
La evolución de todos los personajes es simplemente encomiable y el dibujo, expresivo y emocionante, me ha arrancado más de una lagrimilla. Como siempre digo con las obras de La Cúpula que tratan el tema LGTBiQ en la adolescencia, yo la recomendaría encarecidamente como lectura obligatoria para los primeros cursos de secundaria. Porque ¿qué mejor forma de descubrir quién eres tú misma que con la ayuda de un cómic tan amigable como este? Así, quizás la próxima Mads no tenga que besar antes a ocho chic