Pero lamentablemente, la obra en sí no se sustenta. Si quiero leer un cómic sobre el choque de ser adulto sin estar preparado, leería Crecer es un mito; si buscase momentos escatológicos y divertidos, saltaría a Diario de una volátil y si estuviese con ganas de reírme un poco de las desgracias ajenas, optaría por Lucky Penny. Lamentablemente, Diario de una vida de mierda no aporta nada nuevo al género y está claro que, con las prisas, no le han dado el cariño que se merecía.