Calma absoluta. Abolida o al menos postergada la monarquía, el pueblo de Marylène vive apaciblemente gracias a su sistema de autogestión. Pero Boris, hijo de la que fuera todopoderosa reina Aglaé, a la sazón asesina del tirano Von Krantz y liberadora de la región, tiene planes de reconquista.
Para el pequeño déspota con cabeza de tubérculo, la historia requiere de un nuevo comienzo, idea con la que también comulga Sabina, una guerrera ávida de venganza…
Tras El cantar de Aglaé y Emperatriz Cixtitis, Anne Simon persevera en su mirada analítica y crítica sobre las sociedades contemporáneas acuñando una nueva mitología donde la erudición teórica alterna con la celebración pop. Por ella deambulan personajes candeales, auténticos canallas, nobles sinvergüenzas, súbditos beneméritos y cínicos de libro. Una irresistible constelación de arquetipos para tratar de explicar el desaguisado que conformamos.