Pero al final nada de esto importa. No importan los amigos que hayas hecho por el camino ni los enemigos que te hayas forjado porque todo se reduce al principio: a Jay y Zenda, a los pilares de su existencia y a la plenitud que solo encontrarán el uno al lado del otro. Y nosotros terminamos de leer la obra con los ojos llenos de lágrimas, preguntándonos si encontrarán el paraíso, convencidos de que por fin ambos podrán llegar a ser felices.
Arkadya es una distopía del futuro ligerita pero muy bien construida, con un setting potente y muy poderoso. A lo largo de sus diferentes páginas nos sorprenderá el increíble trasfondo político de una novela que se enmascara como juvenil pero sin duda esconde mucho más.