Sangre vikinga, análisis de una novela histórica de amor

Sangre Vikinga nos transporta a Germania en pleno S. XI. En una época sacudida por las invasiones relámpago de los vikingos daneses, el conde de Sheriland destaca por ser un noble en mitad de las tramas políticas por matrimonio que busca solamente la felicidad de sus dos hijas: Cárdigan y Elian.

Cárdigan es una joven apasionada y tumultosa a la que pillaron manteniendo relaciones antes del matrimonio con un joven de clase baja que pagó con su vida. Ahora, bajo las leyes germanas, es considerada una “viuda” y su madre Caillean tiene planes para casarla con un Duque viejo y poderoso que ya ha repudiado a dos mujeres por ser incapaces de darle descendencia.

Pero será Elian la que nos narre la historia y es que Elian es una joven muy especial: rubia, preciosa, delicada y con un talento innato para las plantas y la curación. El único problema que tiene es que es ciega de nacimiento. Su madre, Caillean, obsesionada con que su hija no es más que una lisiada que dificulta la vida al resto, planea llevarla interna a un convento. Pero el conde de Sheriland no está tan convencido de que su hija será feliz sirviendo a dios encerrada con mujeres. Así que trama un complejo plan.

Coge a Eriland y se marcha con ella a una ciudad cercana a comprar a un esclavo. Pero solo le interesa uno en particular: un hombre fiero y con la espalda destrozada por los latigazos llamado Jens. Elian no lo sabe, pero ese esclavo es en realidad un jarl que perdió su libertad y su pueblo en una batalla contra los daneses.

Jens recibirá la orden de ser los ojos y el guía de Elian en todo momento. Pero conforme empieza a conocerla y empieza a entender cómo es su vida, Jens se enamora locamente de su ama y decide protegerla de todo mal: de los daneses, de las intenciones perversas del resto de la gente y sobre todo, de su madre Caillean.

Análisis de Sangre Vikinga

Sangre Vikinga es una novela de romance que no sabríamos muy bien encajar entre “juvenil” o “para adultos”. Tiene una narrativa sencilla, fácil de digerir y se nota que la autora ha realizado una adecuada investigación y documentación para introducirnos en el mundo de los vikingos. Jens le explica a Elian las construmbres de su pueblo: desde el papel de los hombres libres hasta la Thing, la asamblea en la que los karl y bœndir escogían a sus jarls.

Es cierto que el argumento no nos desvela nada nuevo a ojos de lectores avezados en este tipo de literatura: jens es un príncipe, ella extremadamente hermosa; él es un vikingo poderoso que defenderá su honor, ella la joven desvalida con un talento innato que el resto niega. Y sin embargo, el hecho de que Elian sea ciega le da un toque diferenciador y un valor añadido de gran interés. Podemos sentir por primera vez en este tipo de historias lo que es amar a alguien sin ver nada en absoluto: no sabemos el aspecto de Jens más que por descripciones de Caillean, que lo trata como un animal, o por el análisis con las manos que hace la propia Elian.

No sabemos si se trata de un poderoso vikingo a lo Ragnar Lothbrook de la serie Vikings o más bien un hombre moreno con los ojos azules. Y este atributo y característico propio de la autora, que tiene una discapacidad visual, realmente se percibe en la novela en la falta de descripciones.

No se habla de lo hermosos que es el cielo nórdico ni nos da detalles como los gestos faciales que pueden poner los personajes al hablar con Elian. Y sin embargo, la atmósfera de la casa en la que vive la protagonista, los olores y las sensaciones son extremadamente palpables.

Como ya dijimos antes, tiene un ritmo rápido, acelerado y fresco en el que no dejan de pasar cosas. Además de centrarse en el romance de Jens y Eliran, tiene un fuerte componente de la lucha por la autosuficiencia y la capacidad de Elian de aprender a sentirse libre a pesar de su discapacidad visual.

Nuestra opinión sobre Sangre Vikinga

Sangre Vikinga es fresco, entretenido y con una narrativa rítmica e interesante. Es uno de esos libros que siempre te apetece continuar, que no se hacen pesados de leer y en donde la acción se sucede página tras página. Los dos personajes principales: Elian y Jens, que funcionan asimismo como narradores, están muy bien construidos. Cada uno de ellos tiene sus fortalezas y sus debilidades y nos dan su punto de vista acerca de los diferentes acontecimientos, como es tan común en las novelas de este género.

Al mismo tiempo, las motivaciones de cada uno de los miembros de la casa del Conde de Sheriland están muy bien presentadas: la madre es una puritana con una radicalidad religiosa exagerada, mientras que Cárdigan, la hermana mayor, es una mujer desinhibida que solo busca una vida llena de pasión.

Sin embargo, sí que es cierto que quizás la trama romántica se precipita demasiado siguiendo un estilo a lo cuento de hadas. Jens en seguida cae completamente rendido ante la inteligencia y la sensibilidad de Elian y esta se fía de su “esclavo” en todo momento, perdonándole faltas que de otra forma jamás se habrían pasado por alto.

También echamos de menos partes del pasado de Jens. No debió ser nada fácil para un orgulloso príncipe vikingo convertirse en un simple esclavo de granja, y sin embargo no nos hablan de la transición ni de cómo sintió su orgullo herido en aquel momento. Sería lógico pensar que Jens buscaría a alguien que pudiera avisar a sus hermanos de que estaba vivo, que sintiese odio hacia sus nuevos amos o que intentase escaparse, pero sus cicatrices están causadas por un “lío de faldas”.

La documentación de la obra sin embargo es excelente, elevando el título de ser una novela romántica del montón a un título recomendado para los amantes del género de romance e historia.

Conclusión sobre Sangre Vikinga

Sangre Vikinga es una novela de romance juvenil con toques adultos. Cuenta la historia de Elian, una joven ciega que se enamora terriblemente de su esclavo vikingo, el cual le enseña a ser autosuficiente. La novela cuenta con una narrativa fresca y dinámica y una documentación rigurosa que la eleva por encima de otros títulos del mismo género. Una historia muy recomendable.

Gracias a Georgia de @promocionLibros por habernos descubierto este libro