Sobre Laurielle, autora de Por siempre jamás
Laurielle (Alicia Güemes) es una ilustradora y dibujante famosa por sus colaboraciones en el webcómic online llamado El Vosque. Se autodenomina a ella misma una "zombie" debido a las pocas horas que duerme al día. Estudió ilustración en la Escola Joso de Barcelona y ha publicado más obras como Diccionario de Fantasía en el 2016 y fue guionista ocasional de los woodies. Le apasionan los videojuegos, el té, los perros y ver en Youtube a gente dándose golpes.
Además, ha sido la ganadora del precio al Mejor Manga Español en la convención de Héroes Manga de Madrid. Y eso que Por siempre Jamás fue su primer proyecto en solitario.
El argumento de Por siempre Jamás
Maite es una joven escritora con una manía muy fea: es capaz de empezar las historias más maravillosas pero nunca las termina. Egoístamente, las deja enterradas en uno de los cajones de su escritorio y no vuelve a pensar en ellas. Precisamente por eso Fernweh y un monstruo mágico llamado Yo deciden detenerla: la persiguen a lo largo de un parque y la arrastran al interior de la historia que ella ha decidido abandonar. Allí Maite verá cómo el mundo que había creado se ha degenerado terriblemente en una tiranía despótica donde el rey aterroriza a sus aldeanos para seguir adelante.
En ese contesto, Fernweh, un joven revolucionario, le pide a Maite que le ayude a derrocar al Rey. Juntos comenzarán una increíble aventura por los caminos de la historia incompleta de Maite, acompañados por el adorable Yo y los miedos de su propia autora. Pero... ¿será capaz Maite de darle forma a su obra? Y sobre todo ¿encontrará un final a tiempo para evitar la catástrofe?
Análisis de Por siempre Jamás
Por siempre jamás está considerado uno de los mejores ejemplos del iberomanga español. Su autora, Laurielle (el nombre artístico de Alicia Güemes) ganó un premio con este cómic al Mejor Manga Español en la convención de Héroes Manga de Madrid.
No nos engañemos con problemas de terminología: Por siempre jamás es un manga juvenil con estética nipona y fuertes influencias de shonen que marcan por completo el camino del héroe. En esta historia, Laurielle hace a su propio personaje enfrentarse al miedo a la hoja en blanco con una idea realmente innovadora y divertida e introduce a Maite en su propia historia. Lo que más desconcierta a la propia autora es que la historia haya cobrado vida por sí sola y haya rellenado los huecos con una gran cantidad de drama que ella no fue capaz de anticipar.
Quizás los que no escriban no encuentren ninguna simbología en este argumento, pero lo cierto es que los escritores nos sentimos enormemente identificados con este proceso. Una vez creas una historia y te vas sumergiendo en ella, va cobrando vida ante nuestros ojos, genera detalles y backstories, marca los ritmos de la trama y, en definitiva, se retroalimenta a sí misma. Y este es un complejo concepto que Laurielle es capaz de introducir perfectamente en su cómic.
Cuenta con una edición muy correcta por parte de la editorial Babylon, con papel de alta calidad y tapas a todo color. La portada llama la atención en cuanto la ves, así como la altísima calidad del dibujo de Laurielle. Se nota que es una autora que se siente cómoda con la creación de personajes en modo sd o chibi (tipo de dibujo que busca una estética mona) ya que lo emplea con más fluidez y precisión que el resto de los dibujos. Sus viñetas están bien provistas de detalles, en las que cada plano cuenta y si realizas una lectura ligera por las páginas perderás una gran cantidad de detalles de la trama. Los escenarios y fondos están bien construidos, aunque echamos quizás algo en falta un mayor estudio de los movimientos y posturas de los personajes principales y un poco de cariño a los gestos faciales. El hecho de que cada personaje tenga su centro de gravedad en un punto o se mueva de una forma diferente a otro le da tridimensionalidad en la trama y hace que ganen en personalidad. Esto está magistralmente conseguido con la figura del rey tirano, el cual cuenta con un carisma propio muy elevado frente a, por ejemplo Maite, que se muestra más plana a lo largo de todo el cómic.
El argumento de la obra es estereotípica dentro del mundo del shonen japonés: una heroína, acompañado de un personaje algo bobo y que actúa sin pensar y una mascota, se embarcan en una aventura para la que en un primer momento no están preparados. Sin embargo, Laurielle es capaz de darle un toque de dulzura, emotividad y acción a la trama, generando una aventura muy interesante que encajará perfectamente con el público juvenil al que va dirigido.
Especialmente queremos destacar el personaje del Rey, el más carismático de toda la obra, que realmente muestra la desidia y el aburrimiento del que se ve en la cúspide del poder en cada uno de sus movimientos y de los planos. Nos fascina al mismo tiempo el pequeño Yo, que a pesar de tratarse de una mascota estereotípica y muy mona, funciona por completo. Yo es capaz de mediar perfectamente entre Fernweh, al que no le encontramos realmente un motivo aleccionador para tanta revolución, y el miedo de Maite. Yo enamora, fideliza y realmente nos captura con sus frases recurrentes, su empatía y esa forma adorable que tiene de hacer las cosas. En este sentido Laurielle ha realizado una tarea maravillosa: Yo es, en general, un monstruo metamorfo realmente sencillo que, sin embargo, transmite perfectamente sus emociones con muy pocos trazos.
Nuestra opinión de Por siempre jamás
Por siempre jamás funciona muy bien dentro del público juvenil, y os vamos a contar por qué. Tiene las bases prototípicas de un argumento shonen a pesar de que la protagonista sea una escritora que carece de confianza en sí misma. Podemos encontrar:
- La heroína con una misión para la que no se siente preparada.
- El compañero, algo bobo, que le otorga una motivación a la heroína y sirve para destacarla frente al resto.
- Una mascota kawaii mona y cargada de poder.
- Un villano al que derrocar
- Un camino del héroe común en el que, al final, la heroína debe superar sus propios miedos y bloqueos personales para conseguir solucionar el conflicto.
Precisamente por ello, Por siempre jamás funcionará para todos aquellos que busquen un manga de un solo tomo, con el sello de calidad que otorga una iberomangaka y que estén al acecho de aventuras y diversión.
Quizás, en nuestra opinión, la trama empieza de una forma un poco abrupta e increíble. Yo y Fernweh (es decir, un monstruo mágico y un hombre con orejas de animales) persiguen a Maite por el parque en el mundo real y esta realmente no parece asustarse demasiado al ser secuestrada por seres así. Las viñetas de las primeras páginas quizás se precipitan, pero lo que nos espera en el interior de la obra es mucho mejor. Estamos acostumbradas a encontrarnos con tomos de manga que se leen en menos de una hora y que no merecen la pena por su precio, pero Por siempre jamás no es así. Por siempre jamás tiene tal contenido que tuvimos que sentarnos, de forma relajada para poder disfrutar de toda su extensión. Esto es también quizás porque a diferencia del manga convencional, utiliza viñetas más pequeñas, más profusas y llenas de detalles y de contenidos.
Como opinión personal, quizás el personaje de Maite me resultó tremendamente odioso y para mí, Fernweh carece de una motivación real para exigir una revolución. Maite no solo se pasa todo el tiempo quejándose, sino que el personaje se dirige continuamente a un punto sin salida. Insiste en esconderse y abandonarlo todo, pero no lo siente realmente de esa forma o simplemente le pediría a Yo que abriese un portal a su mundo. El ambiente opresivo y dictatorial, por ejemplo, no se percibe a lo largo de la creación de los escenarios aunque queda patente en la trama cuando el Rey ordena que asesinen a una sirvienta por una uva ácida o cuando amenaza con matar a Percara si no encuentra al rebelde. En mi opinión personal, me faltó ver el hambre en el pueblo, los pueblos desolados y una mayor presencia de la guardia real por los caminos para que acabase de convencerme el setting. Esto no es un defecto de por sí de la obra, porque en teoría, el mundo que Maite ha creado es imperfecto, como ella misma, y por eso tiene grandes agujeros inexplicables.
Hemos de confesar que nos sorprendió enormemente el final. El villano que se sienta a cenar y que confiesa que realmente ha habido muchos otros revolucionarios antes de Fernweh de los que todo el mundo se ha olvidado sí que es un concepto nuevo y fresco que captó enormemente nuestra atención. La forma con la que Maite soluciona el problema de su historia en el interior del monstruo, luchando contra sus propios miedos, sí que es un arquetipo del manga shonen quizás algo predecible, pero la referencia al hermano de Percara y el momento en el que Fernweh se ve forzado a comer antes de morir le dan un toque nuevo a la historia que hace que merezca enormemente la pena.
Creemos que Laurielle es una autora que, si bien acaba de empezar con este género, tiene muchísimo más que aportar. Estamos deseando ver su proyección y su crecimiento como dibujante y descubrir qué más historias tiene para contarnos. ¡Ah! Y si algún día lanzan un peluche de Yo, seremos las primeras en traerlo a redacción.
Conclusiones de Por siempre Jamás.
Por siempre jamás es un manga juvenil que aprovecha el arquetipo del camino del héroe propio del manga shonen. En ella, Maite, una escritora incapaz de darle un final a sus historias, es arrastrada a través de un portal hasta un mundo sometido por la tiranía de un Rey. Allí Maite tendrá que aprender a confiar en sí misma y a controlar su historia para salvar su vida y la de sus nuevos amigos.
Por siempre jamás es entretenido, dinámico, divertido y se guarda un par de sorpresas en la manga al final.
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