Argumento de Me gusta porque me gusta - volumen 1
Hina Asahi vive sola en un gran caserón vacío, pero eso no impide que se tome la vida con optimismo. Para llenar el espacio en su corazón, tiene a dos peluches de osos llamados Waka y Tono que la reciben cada vez que vuelve a casa y que comen con ella.
Sin embargo, todo esto cambiará cuando un hombre joven y atractivo se muda a la casa de al lado. Shiro Aso es casualmente el nuevo tutor y profesor de Hina y… ¡hace tantas cosas que a ella le gustan! Sin embargo, un aura de misterio rodea a este nombre. ¿Será tan bueno como parece? ¿O guarda un terrible secreto?
Análisis de Me gusta porque me gusta - volumen 1
Me gusta porque me gusta es la primera parte de una mini-serie de tres tomos escritos por las maravillosas mangakas conocidas como CLAMP. La obra se desarrolla en diferentes capítulos sin extras añadidos, poco a poco, con un ritmo claro pero dulce que nos introduce en la típica historia romántica y virginal a las que están acostumbradas las autoras.
No es uno de sus trabajos más esmerados, y eso puede verse a menudo en el dibujo del manga, donde personajes como el propio profesor Aso no están del todo bien terminados y donde los escenarios brillan por su ausencia o por su simplicidad. Sin embargo, los personajes femeninos y en especial Hina sí que están muy bien esbozados, permitiéndonos conocer sus reacciones y sentimientos a través de sus posturas, sus gestos y sus fantásticas expresiones corporales (que no faciales, ojo).
Es un manga clásico de por sí, así que el uso de las tramas como sombreado es muy moderado y no veremos rupturas de las viñetas ni del orden de lectura preestablecido en ninguna de las páginas. Simplemente la lectura fluye sin demasiados contratiempos, de una forma ligera y romántica, haciéndolo ideal como shojo de introducción juvenil.
Opinión de Me gusta porque me gusta - volumen 1
En un mundo cada vez más gris, cada vez más deprimente y con cada vez más altibajos, leer Me gusta porque me gusta es exactamente como sentir una manta sobre tus hombros y una taza de leche caliente con miel en tus manos.
Me gusta porque me gusta es una historia sencilla sin grandes pretensiones. Hinata Asahi es una pequeña inocente y optimista que sale adelante con un positivismo realmente radical ante la deprimente situación en la que vive. Lejos de sentirse sola o superada por las circunstancias, se toma la vida como un juego y llena esos huecos de su corazón con pequeños osos de peluche.
Me gusta porque me gusta, tal y como comentamos al principio, no tiene la calidad de dibujo de Tsubasa Reservoir Chronicles y tampoco el detalle tan maravilloso de escenarios que veremos en Chobits, pero a pesar de ello desprende una ternura y un candor tales que es difícil que no te enamores de su protagonista.
Es gracioso, sin embargo, la profunda influencia que hay en esta obra con Sakura Card Captor: Shiro Aso es una versión adulta de Touya, sin su buen humor y un poco más serie de lo normal, mientras que su amigo el escritor guarda la perversa elegancia en el dibujo de Yuki. Las amigas de Hina están diseñadas al dedillo siguiendo una el carácter tranquilo y a pesar de ello entregado en alma y corazón por su amiga de Tomoyo y la otra la de las compañeras de la propia Sakura.
La influencia es tan grande que se puede ver que Waka y Tono, los ositos, son exactamente iguales a los famosos osos de la serie de Sakura Card Captor que se entregan Sakura y Syaoran. También encontramos el recurso del libro infantil para explorar la psique de la protagonista, como veremos en La ciudad sin gente de Chobits.
Está claro que Me gusta porque me gusta no es en absoluto una de las mejores obras de las CLAMP y que es más bien una historia rápida que sacaron con la intención de contar una historia de amor entre una niña solitaria y su profesor, pero este primer volumen transmite un candor y un cariño realmente genuinos y sienta maravillosamente bien las bases de lo que sin duda es una historia preciosa.
¿Merece la pena Me gusta porque me gusta? Si te gusta el shojo más romántico o adoras a las CLAMP, sí. Sin duda su historia tiene un candor especial que llega al corazón aunque la técnica no sea todo lo perfecta que debería.
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