La hija de la Tormenta: vuelve Víctor Santos con un spin off de Los Reyes Elfos

Argumento de La hija de la Tormenta

El rey elfo Vördar, desde su lecho, ve cómo los daeva, a los que les ofreció protección hace muchos años, se levantan contra él. Con el apoyo de la Reina Mantícora, una mujer con increíbles poderes y capacidades, arrasan su castillo y asesinan a quien encuentre. Vördar, sabiendo que su final está cerca, le encarga a Jurgen Ulf, antiguo servidor de los dioses, que proteja a su nieta de los que quieren acabar con ella.

Un poco más sobre los autores de La hija de la tormenta

Víctor Santos, creador de Polar, Furious, vuelve por fin después de varios años de silencio con La hija de la Tormenta, un spin off del mundo de los Reyes Elfos protagonizado por Jurgen Ulf, el mensajero de los dioses, acompañado por el genial Sergio Córdoba.

Sergio Córdoba es un consagrado autor de novelas gráficas que lleva muchos años destacando en el panorama literario profesional con obras como Freaks in Love. Esta no es la primera vez que trabaja con Los Reyes Elfos, ya que en el pasado colaboró con Historias de Faerie. Su experiencia queda completamente patente en los diferentes planos, aportando un toque único a La hija de la tormenta.

El mundo de La hija de la tormenta para los no iniciados en la saga

No necesitas haber leído previamente nada de Víctor Santos para comprender La hija de la Tormenta. En pocas páginas, los autores son capaces de situarte en plena acción y de darte una visión general del conflicto que se está llevando a cabo, quién está en cada lado y cómo se desarrolla la trama.

En las historias de fantasía, establecer el contexto del mundo que se ha creado es clave, y esto se vuelve realmente importante en el caso de los cómics y las novelas gráficas ya que cuentas con muy poco espacio para crear un settting convincente y para establecer los bandos del bien y del mal. De esta forma, en La hija de la tormenta, nos queda muy claro desde el primer momento que el pueblo de Nisse ha sido traicionado y atacados por otro pueblo al que le habían dado cobijo.

Por si no quedaba claro la falta de escrúpulos de los conquistadores, los autores incluyen también una escena en las primeras páginas en las que un general, tras ver su victoria, inmediatamente piensa en derrocar a la Reina Mantícora, traicionándola. Y esta, apareciendo de la nada, atraviesa la cabeza de su general con una garra, demostrándonos que el bando enemigo está corrupto hasta el tuétano y lo único que les mueve es la codicia y la maldad.

El argumento tampoco es que sea absolutamente novedoso ni inesperado: se trata de una historia de aventuras, sin más, contada de una forma simplemente genial. Recupera las largas conversaciones entre archienemigos del manga shônen más convencional con una visión binaria de un mundo cargado de fantasía y razas al más puro estilo de El señor de los anillos o de Dragones y mazmorras.

La hija de la tormenta tiene un ambiente pulp, retro y fantasioso que enamora desde su portada

Tanto si conocéis la saga con antelación como no, La hija de la Tormenta engancha y atrapa directamente desde su portada, con un diseño que recuerda a las viejas novelas pulp y a las películas de cine asiático que tienes en tu casa sin saber realmente por qué.

La hija de tormenta puede parecer poca cosa al cogerlo entre las manos debido a su escaso peso, pero en cuanto pasas de la cubierta te das cuenta de que no es así. Víctor Santos y Sergio Córdoba, ambos consolidados profesionales del medio, demuestran que no le tienen miedo a una historia medieval de tintes fantásticos, planos de combate manga y atmósferas ochenteras como ocurre con La hija de la Tormenta.

Planos cenitales, perspectivas que varían, enormes muchedumbres y masas a las puertas de un castillo, asesinato de personajes o potentes escenas de combate en primer plano pueblan ya las primeras hojas del cómic, demostrándote que te encuentras ante una obra de enorme calidad con una atmósfera y un olor ochentero realmente único.

El propio personaje principal, Jurgen UIf, recuerda mucho a Mugen de Samurai Champloo o a Manji de La espada del inmortal, realizando cortes enormes y transversales, decapitaciones dinámicas sin aparente resistencia de la carne o recreando poses imposibles mientras desarma el enemigo simplemente usando sus pies o los elementos propios del escenario.  

Todo el aspecto visual de la obra se ve reforzado por ese toque antiguo, casi similar a un fanzine, que tiene la obra y que nos inunda, creando un precioso contraste entre los planos protagonizados por el bando de “los buenos” y el tinte rojo que inunda las páginas de los “malos”.

Nuestra opinión personal sobre La hija de la Tormenta.

La hija de la Tormenta es un cómic tanto como un primer acercamiento a la saga como para disfrutar únicamente de este tomo. Se nos hacen un poco escasas las páginas, sin embargo, y nos quedamos con muchas ganas de más al ver cómo los acontecimientos se van precipitando de acción en acción, empleando un ritmo trepidante que no deja descansar a lector en ningún momento.

Quizás nos hubiera hecho falta, en algún momento, un poco más de contexto sobre algunos personajes como la Strigor, Div Kaimur o sobre la propia Reina Mantícora. Sin embargo, al mismo tiempo, el hecho de que los personajes sean tan fácilmente prescindibles crea una sensación de inseguridad que siempre es muy beneficiosa en este tipo de obras en las que temes encariñarte con alguien.

Habría sido perfecto, por ejemplo, dedicarle un par de páginas a un momento de calma entre la nieta del difunto rey y Jurgen, quizás en un campamento alrededor de las sombras, donde pudiéramos empatizar con una niña que sin duda puebla las esperanzas del futuro de los Nisse sobre sus hombros.

Pero está claro que este no es el tipo de cómics con los que razonas o buscas incoherencias en el argumento: se trata de disfrutar de su contenido tal y como es, y ya está.

No vayas buscando un cómic que cambie tu forma de pensar o que te abran los ojos ante una nueva realidad. Esto es una novela gráfica de entretenimiento puro y duro, brillantemente dibujado y redondo en muchos sentidos. ¿Estás listo para recorrer la senda de los emisarios de los dioses?