Crying Freeman es uno de los mayores referentes del Gekiga

Sobre los autores de Crying Freeman

Los autores de este manga son Kazuo Koike (el escritor) y Ryoichi Ikegami (el ilustrador). Koike ha escrito otros mangas, como Mad Bull 34 o una colaboración con Marvel en X-Men Unlimited, mientras Ikegami ha realizado Heat o Spiderman: El Manga.

Argumento de Crying Freeman

Yoo Himura es un ceramista japonés que, por azares del destino, es raptado por la mafia china. Esta le hipnotiza y le lava el cerebro, convirtiéndole en el principal asesino de dicha mafia. El único momento en el que recuerda su pasado es cuando asesina y, por eso, es conocido como Crying Freeman, pues llora cada vez que da muerte a alguien.

El ejemplo claro del género Gekiga

El dibujante ha apostado por un dibujo realista, con personajes muy bien proporcionados y unos fondos muy trabajados.

La obra es del género Gekiga, y es uno de los ejemplos que pusimos durante nuestra guía de géneros en el manga. Y es que, si algo tiene Crying Freeman, son momentos oscuros y dramáticos. Desde la historia de Yoo hasta los sucesos que le ocurren a la otra protagonista, Emu Hino, la obra es bastante cruda, y la muerte y la violencia son un elemento continuo en este manga.

Pese a que Crying Freeman cuenta con varias escenas sexuales y desnudos integrales, suelen estar justificados, si bien la trama principal es más simple que el mecanismo de un lápiz: el asesino se enamora de la mujer que le ha visto cometer un asesinato. En vez de matarla, se enamora perdidamente de ella y decide salvarla cueste lo que cueste.

Los personajes de esta obra (además de los protagonistas) son bastante predecibles, con arquetipos típicos, sobre todo en los enemigos de Yoo. Los “aliados” (nótese el entrecomillado), en cambio, si tienen una personalidad más definida.

La edición de este análisis es la de Planeta Deagostini, del año 2005. Los materiales no son nada del otro mundo, y los tomos son bastante gruesos. Al final de los tomos, podemos encontrar unas pequeñas biografías de los autores, con sus principales obras y su experiencia.

Crying Freeman: la mejor en su género

Personalmente, hay partes del manga que no me han gustado / convencido. En particular, me ha resultado poco creíble e innecesaria cierta escena en la que tiene lugar una felación. El razonamiento para el mismo es tan absurdo que no hay por donde cogerlo, y todo lo que ocurre antes de la propia felación también es bastante ridículo.

Y es que el erotismo y las relaciones sexuales es un elemento que suele repetirse durante toda la obra. Desde momentos donde “se hace el amor” hasta acciones llevadas por la más pura y simple lujuria.

Debo reconocer que no soy excesivamente fan de este género, el Gekiga, porque suelen ser obras que se toman demasiado en serio a sí mismas. En su afán por crear un ambiente de gravedad, el manga acaba cayendo en situaciones “adultas” que no llegan a casar muy bien unas entre otras.

Lo que más he disfrutado de esta obra es, sin duda alguna, el dibujo. Ryoichi Ikegami probablemente sea uno de los mejores autores (si no el mejor) del realismo dentro del manga. Pese a la enorme cantidad de obras que he leído, muy pocas se acercan siquiera al estilo de dibujo de Ikegami, que consiguió hacer creíble con su trazo a un asesino que llora al matar a sus víctimas.

Pese a que para algunos la historia también es un punto a favor, a este analista no ha conseguido convencerle. Aún tratándose de una historia de ficción, la gran mayoría de personajes son bastante olvidables, y únicamente destacan Yoo y Emu. Como extra, la forma en la que los protagonistas se enamoran es tan cliché que me hizo perder un poco el interés por el manga. No suelo creerme demasiado lo de los amores a primera vista.

Sin embargo, hay una cosa que hay que reconocerle a Crying Freeman: es historia del manga. Por su dibujo, por lo que significo y por ser la mejor obra de temática yakuza, es casi de obligada lectura para cualquier fan del manga, aunque el género no te llame demasiado.

¿Debes leer Crying Freeman?

Si eres un fan del manga, y no te ciñes a un solo género, entonces te recomiendo Crying Freeman. Esta obra no es solo la mejor en su género, sino que además cuenta con un estilo visual simple y llanamente precioso. La obra aglutina momentos de delicadeza y amor (la relación entre los protagonistas, o el taller de alfarería) y momentos de extrema violencia y crudeza (cada vez que Yoo tiene que trabajar).

Puede que su trama no sea gran cosa, y que los personajes secundarios pequen de planos, pero Crying Freeman tiene algo que no tienen muchas obras: es la mejor en su género (junto a Adolf).