Buenos Presagios (1990) es una novela escrita por Terry Pratchett y Neil Gaiman. En ella, y en tono cómico e irónico, se habla sobre la encarnación del anticristo, el Apocalipsis inminente y la discusión sobre el equilibrio entre el bien y el mal.
Sinopsis oficial
“Según Las Buenas y Acertadas profecías de Agnes la Chalada Bruja (el único libro fiable de profecías, escrito en 1655, antes de que ella explotara), el fin del mundo tendrá lugar el sábado. El próximo sábado, para ser exactos. Justo antes de la hora de la cena. Los ejércitos del Bien y del Mal se están agrupando, la Atlántida está resurgiendo, llueven sapos y los ánimos están algo alterados así que… todo parece ajustarse al Plan Divino. De no ser por un ángel quisquilloso y un demonio buscavidas que han vivido a costa de los mortales desde el comienzo de los tiempos y que no están dispuestos a aceptar tan fácilmente eso del «Fin de la civilización tal y como la conocemos». Y… ¡vaya por Dios! ¡Parece que alguien ha hecho desaparecer al Anticristo!”
Sinopsis propia:
Agnes la Chalada, única profetisa de la historia que acertaba con sus vaticinios, publicó en el s. XVII su libro “Las buenas y acertadas profecías de Agnes la chalada”, en el cual anotó con una exactitud pasmosa el fin del mundo (y que, irónicamente, fue un fracaso en ventas). Pues resulta que el fin se acerca, el anticristo está en la tierra y muy pronto el ejército de la luz y las tinieblas lucharán en la gran batalla.
Esta noticia no es plato de buen gusto para los representantes de ambos ejércitos en nuestro mundo. Azirafel (un angel afeminado coleccionista de libros) y Crowley (un demonio socarrón que siempre va con gafas de sol) han pasado tanto tiempo en la tierra que se han humanizado bastante y no quieren que se produzca el Armagedón. Para ello deciden hacer de tutores del anticristo (que es aún un niño) para influir en las decisiones que éste tome en un futuro.
Este es un plan perfecto en teoría. Pero como decía Homer Simpson, “en teoría funciona hasta el comunismo. En teoría.”. Por eso, debido a la ineptitud de una monja satánica bastante patosa a la hora de intercambiar los bebés, Warlock (quien todos creen que es el anticristo) resulta ser un humano estándar, mientras que Adán (este sí, el anticristo) es criado por una familia inglesa normal y corriente.
El joven Adán, aun desconociendo sus poderes, acabará cambiando su entorno sin quererlo para que éste se adapte a sus deseos, que acaban siendo bastante positivos para el mundo (defendiendo una vida tranquila, la protección, la salud y hasta el medio ambiente). Sin embargo, estamos ante un libro de Neil Gaiman y sobre todo Terry Pratchett, por lo que todo acabará tornándose exagerado e inverosímil (para disfrute del lector, obviamente).
Mientras tanto, los ejércitos del Bien y del Mal envían a sus delegados a la tierra. Estos son los cuatro moteros del apocalipsis (sí, moteros, pertenecientes a la banda de los Ángeles del Infierno): Guerra, Hambre, Polución (en sustitución de Peste) y Muerte. A su vez, un ejército de cazadores de brujas intentará limpiar el mundo de la impureza, y la última descendiente de Agnes la Chalada, Anatema Device, intentará descifrar las profecías de su antepasada para salvar el mundo.
Opinión personal
La historia es entretenida, sin más. No esperes ver aquí una trama que te vuele la cabeza (de hecho el final es bastante previsible). Hay un gran número de personajes, tantos que incluso puedes llegar a hacerte un lío. Por suerte, justo al inicio del libro, hay un Dramatis Personae que sirve de guía al lector. Dicho esto, vamos a distinguir entre:
Lo bueno
No puedo empezar hablando de las cosas buenas de este libro sin hablar del humor que plaga sus páginas. Es evidente el trabajo de Terry Pratchett, al cual veo más presente en la obra que a su homólogo Gaiman. El humor inunda la trama, ya sea en las descripciones, en los diálogos o incluso en las aclaraciones a pie de página.
“En realidad no es un oxímoron. Es el color que viene después del ultravioleta. El término adecuado sería infranegro. Es fácilmente visible en condiciones experimentales. Para llevar a cabo el experimento, seleccione un buen muro de ladrillo, coja carrerilla y, bajando la cabeza, ataque.
El destello de color que sienta detrás de los ojos, detrás del dolor, justo antes de morir, es el infranegro”
Como malagueño que soy, me ha encantado un momento en el que una pareja se encuentra de vacaciones en una isla en la que ocurren ciertas cosas que ponen en peligro su vida. Es entonces cuando la mujer dice “Esto no habría pasado si hubiésemos ido a Torremolinos como siempre”. Y como españoles que somos, mención obligada al momento en que el grupo de Adán y sus amigos se hacen pasar por la Inquisición Española usando términos españoles y tirando de estereotipos.
Hay que aplaudir al traductor del libro, sobre todo en el aspecto de nombres. Personajes como Alabarás el Trabajo del Señor y Condenarás la Fornicación Smith o No Cometerás Adulterio Pulsifer son algunos de los hilarantes nombres con los que hemos sido “bendecidos” por la traducción.
Si te gusta Queen, hay aspectos de este libro que te van a gustar. Concretamente, cuando se habla de que todas las cintas de casette que hay en un coche acaban convirtiéndose en cintas de dicha banda.
“Cierto era que estaba escuchando una cinta de éxitos de Queen, pero no se debería sacar ninguna conclusión de ello, porque todas las cintas que se pasan dos semanas o más en un coche se transforman automáticamente en los éxitos de Queen.”
Y es que no solo se menciona esto, sino que hay menciones explícitas a canciones de la banda, ya sea mediante fragmentos de la letra “Beelzebub has a devil put aside for me” (Bohemian Rhapsody) o por mencionar títulos de algunos temas de la banda de Freddie Mercury.
“—Mira, esto ya es otra cosa. Tchaikovsky —leyó Azirafel, abriendo una caja y metiendo la cinta en el radiocassette.
—No es lo que esperas —suspiró Crowley—. Lleva en el coche más de dos semanas.
Un potente ritmo de bajo empezó a sonar por todo el Bentley mientras pasaban por delante del aeropuerto de Heathrow.
Azirafel frunció el ceño.
—Esto no lo reconozco —musitó—. ¿Qué es?
—Es el «Another One Bites the Dust» de Tchaikovsky —explicó Crowley, cerrando los ojos mientras dejaban atrás Slough.
Para hacer el viaje más ameno mientras cruzaban la dormida zona de Chilterns, escucharon también el «We are the Champions» de William Byrd y el «I Want to Break Free» de Beethoven. Ninguno era tan bueno como el «Fat-Bottomed Girls» de Vaughan Williams.”.
Volviendo a los personajes, son sin duda un pilar importante de la novela. Azirafel y Crowley son los dos mejores. Es divertido ver cómo un ángel y un demonio son tan buenos amigos después de 6000 años, y cómo se comprenden mucho mejor el uno al otro que sus respectivos jefes (además admito que me identifico con Azirafel por lo de coleccionar libros). Adan es otro personaje con muchísimo peso en la trama y que es bastante divertido. Es agradable ver cómo funciona el mundo a través de los ojos de un niño de once años.
Respecto al resto de personajes, he de destacar, por una parte, a uno de los cuatro moteros del apocalipsis: Muerte. Más que nada porque es como ver un cameo de La Muerte de la saga de Mundodisco (de hecho habla en mayúsculas y todo); y por la otra al repartidor. Ese hombrecillo se ha ganado mi corazón.
Lo no tan bueno
Desgraciadamente, no todo en este libro es bueno. Para empezar, hay demasiada presencia de ciertos personajes, como Newton Pulsifer. Este personaje en concreto me ha parecido insulso, y sus partes me han aburrido soberanamente, al igual que el personaje de Shadwell. Habrá a quien le guste, no lo dudo, pero yo directamente no lo soportaba.
Sin embargo, irónicamente, creo que se le podría haber dado más relevancia y presencia en la propia novela a Azirafel y a Crowley. No es que se le dé poca, para nada, pero deberían tener más peso.
También tengo que añadir que algunos momentos se pueden hacer un poco lentos (sobre todo las partes que involucraban a los dos personajes antes mencionados), los momentos de Adán con sus amigos o todo lo ocurrido casi al final del libro (OJO, SPOILER MENOR) en la base aérea.
Por otra parte, la historia ocurre, a mi parecer, muy deprisa. El libro cuenta lo que ocurre durante cinco días (de miércoles a domingo). El día con mayor peso es el sábado, y aun así todo parece suceder “a la carrera”. El final de la batalla para mi gusto ha sido anticlimático, y creo que podría haber dado muchísimo más juego.
Conclusión
Buenos Presagios es una novela bastante recomendable para pasar el rato. La lectura sin duda es muy amena (gracias sobre todo al humor de Pratchett) y es posible que sueltes más de una carcajada durante las 379 páginas que abarca la historia. Sin embargo, hay algunos puntos negativos (aunque casi todos subjetivos) que empañan ligeramente (y para mi gusto) la experiencia. Sinceramente, si quieres leer algo de Neil Gaiman, mejor que vayas directo a por alguna de sus novelas (como American Gods, cuya reseña tenemos en la web) o Sandman (cuya guía de lectura subiremos próximamente) y si quieres leer algo de Terry Pratchett, vayas de cabeza a la saga Mundodisco. Porque esta novela no está nada mal, pero se queda a medio fuelle.Buenos Presagios (1990) es una novela escrita por Terry Pratchett y Neil Gaiman. En ella, y en tono cómico e irónico, se habla sobre la encarnación del anticristo, el Apocalipsis inminente y la discusión sobre el equilibrio entre el bien y el mal.
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