Hoy analizamos un libro que ya os adelantamos que nos ha encantado: El arte de encontrarse por casualidad. Esta novela es una historia de olvidar, de adaptarse, de encuentros casuales en la red. Una historia diferente y refrescante. Una visión del amor actualizada y llena de inseguridades, impulsos, afecto y con muchos mails de por medio.
Sinopsis de El arte de encontrarse por casualidad
Joan es un hombre que ya ha pasado la barrera de los treinta años. Vive sólo, con su perro Cepillo, después de que su novia lo haya dejado para iniciar una relación con su compañero de trabajo, Daniel. Joan vive entregado al deporte, campo en el que se exige mucho y al que dedica un mínimo de dos horas diarias. Fueron, precisamente, sus aspiraciones deportivas y su idea de participar en el IronMan lo que desgastó terriblemente su relación con Irene, su ex-novia. Cuando Joan recibe una llamada de Irene, éste piensa que tal vez ella quiera retomar la relación. Pero nada más lejos de la realidad. El motivo de esta reunión inesperada es que Irene se casa en poco tiempo, con Daniel, ¡y lo han invitado a la boda! Joan, desconcertado y como si le acabaran de golpear con un mazo, no sabe muy bien cómo debe sentirse. Tampoco sabe si debe asistir o no al enlace. ¿Qué sería peor, aceptar la invitación o demostrar que no está preparado para presentarse en la boda? Completamente roto y perdido, Joan llega hasta el blog de Maya, El arte del olvido, por pura casualidad. A raíz de un enlace compartido que ve en su cuenta de Facebook Joan comienza a leer de forma compulsiva el blog de Maya, desmenuzando su historia a través de las entradas de la bitácora. Maya se presenta como una mujer que se enfrenta al duelo y al olvido después de perder a su novio en un accidente. Tras varias semanas leyendo el blog de Maya, Joan es capaz de reconstruir cronológicamente todo lo que le ha ocurrido a la joven desde la primera entrada del blog. Sintiendo una fascinación incontenible por la mujer que se esconde detrás de la pantalla, nuestro protagonista no lo duda y se pone en contacto con ella. La relación que comienza sin pretensiones o planes de futuro irá ganando importancia para ambos, creciendo como una bola de nieve. ¿Llegarán a conocerse Joan y Maya en la vida real? ¿Por qué Maya se muestra tímida e intenta frenar los impulsos de Joan? ¿Son completamente sinceros el uno con el otro?
Sobre Marina Díaz Carmona, autora de El arte de encontrarse por casualidad
La autora de El arte de encontrarse por casualidad es obra de la escritora andaluza María Díaz Carmona. La autora, cordobesa de nacimiento, vive en Málaga y estudió en Granada, por lo que se describe como andaluza en términos genéricos. Inició los estudios de Periodismo, aunque abandonó la carrera al sentirse desencantada con la profesión, buscando algo más creativo y personal. Acto seguido, comenzó sus estudios en Psicología. Entre las colaboraciones que ha realizado a lo largo de los años, encontramos la Opinión de Granada, cubriendo la labor de columnista y de crítica literaria. Esta novela sobre el abandono y el olvido, que es El arte de encontrarse por casualidad, se ha publicado gracias a la editorial de Promoción de Libros. En la novela, la escritora da rienda suelta a su imaginación y vuelca sus conocimientos de psicología además en una trama real y humana, que no deja indiferente a nadie.
Análisis de El arte de encontrarse por casualidad
Lo primero que tenemos que decir de la novela es que nos ha gustado. En rasgos generales, nos parece una historia refrescante y diferente, innovadora incluso en la forma y muy bien editada. Escrita en tercera persona, El arte de encontrarse por casualidad toca muchas plataformas diferentes de las que se vale para narrar la historia de "amor" entre Joan y Maya. Al principio se nos presenta a los protagonistas por separado, hasta que sus vidas confluyen en el momento en que Joan se pone en contacto con Maya a través de un correo electrónico. A raíz de esto, somos testigos de cómo esta relación evoluciona, a través fundamentalmente de plataformas virtuales. Fragmentos de narración al uso se entremezclan con correos electrónicos, llamadas de teléfono, entradas en el blog de Maya y conversaciones de Skype. Este detalle hace que valoremos todavía más el trabajo de edición que hay detrás de este título. Es complicado, lo sabemos, dotar de un formato específico y diferente para cada una de estas plataformas que usan los protagonistas y que se comprenda a la perfección. Tenemos que decir que en ningún momento de la lectura nos hemos perdido ni un detalle de la trama. La edición es perfecta y la lectura se hace muy amena y fluida. Los protagonistas de la trama nos han dejado encantadas. No son los típicos personajes de novela romántica, que sienten una atracción inmediata e irrefrenable. No. Entre Joan y Maya todo comienza por una chispa de curiosidad, por encontrarse en el momento preciso con la persona indicada. Todo sucede por pura casualidad y las emociones no se fuerzan ni parece que abrasen a los personajes. Toda la trama es muy real, no hay sentimientos exagerados. Además, nos ha parecido muy interesante el hecho de que los protagonistas no son personas intachables. Tienen secretos, cometen errores, sufren y sienten emociones que no siempre son positivas o tiernas. Son, como ya hemos dicho, muy reales a nuestros ojos. Nos gusta que Maya sienta celos de la carrera profesional de otra escritora, nos gusta que tenga secretos (tan grandes y terribles que llegamos a juzgarla inevitablemente), también nos gusta que Joan se equivoque y actúe de forma irreflexiva por una vez. No nos habría funcionado tan bien el personaje de mantenerse siempre como un Hombre de Acero. Incluso los personajes secundarios, como la propia ex-novia de Joan, tienen defectos y se equivocan. En la boda de Irene, ésta tiene una conversación con Joan que deja al lector con la boca abierta.
Eso era lo que Irene todavía no pillaba: que él no pretendía que ella corriera con él, ni necesitaba que fueran iguales; él quería alguien que le entendiera y a quien poder entender. Y había algo en el silencio acogedor de Maya cuando él hablaba que le hacía sentirse seguro.
La situación de los protagonistas no es, en absoluto, como a ellos les gustaría que fuera. Joan tiene muchos problemas en su familia. Su madre está enferma y él parece ser el único que no empatiza con la situación, se preocupa por su madre, pero no puede evitar que la dinámica de sus padres lo hastíe. En gran medida, la forma de ser de Joan está condicionada por sus padres y sus hermanos. Su obsesión con el deporte le viene de sus ansias por mantenerse activo y de su miedo a la obesidad congénita de su familia.
Yo me casé con Reme sabiendo quién era, había dicho a menudo su marido. Joan pensaba que era precisamente eso lo que la había impedido a Reme ser de otra manera. Si Reme cambiaba, entonces quizá su marido ya no la reconocería.
Maya no es lo que parece. Descubrimos muy pronto que detrás de la mujer que escribe en un blog, rota de dolor por la pérdida de su novio, hay muchas capas más. Poco a poco, a medida que avanza la historia, descubrimos quién es realmente Maya, qué oculta y por qué. El lector no podrá evitar juzgarla, aunque lleguemos a entender sus razones. No es una persona que alberga sólo pensamientos y sentimientos positivos, es más real que todo eso. Maya miente, oculta detalles de su vida, siente miedo, se cuestiona absolutamente todo, siente envidia y se frustra. Como habréis podido deducir, no es la típica protagonista femenina de una novela romántica, ¡y eso nos encanta!
- ¿Qué harías tú si cerraran la librería? - preguntó Joan. [...] - No lo sé. A veces pienso que sería lo mejor. Me obligaría a moverme, a tomar decisiones.
En el aspecto formal, la historia cuenta con la estructura de introducción-nudo-desenlace típica. En este aspecto no es innovadora. Sin embargo, la inclusión de tantas maneras diferentes de comunicación entre los personajes (como ya hemos mencionado se emplean Skype, Gmail y llamadas telefónicas) sí nos ha parecido que está muy bien trabajado.
Nuestra opinión sobre El arte de encontrarse por casualidad (¡contiene spoilers!)
Si hay algo que nos ha gustado especialmente de este libro es el hecho de que no todo es perfecto. De hecho, pocas cosas parecen perfectas en esta historia. Los personajes son muy humanos: se equivocan, mienten, sienten celos... Estos detalles nos han llamado especialmente la atención, ya que pocas veces en un libro se crea un personaje que pueda llegar a mentir sobre algo tan terrible como lo hace Maya. Como ya hemos comentado, la edición está muy cuidada. Hemos leído el título en su versión en digital y el formato es impecable. En ningún momento te pierdes en la lectura, a pesar de que se exploran muchas plataformas digitales diferentes a lo largo del libro, y cada una está dotada de su formato propio. El gran punto fuerte de El arte de encontrarse por casualidad no es tanto la historia de amor entre los protagonistas o su forma de conocerse. Lo que más destaca en esta novela, para nuestro gusto, son los propios personajes en sí. Joan es un treintañero un poco desencantado con las relaciones de pareja y con la vida en general. Trabaja como camarero después de que la crisis lo dejara sin trabajo, a pesar de contar con formación de grado superior. Joan se refugia en el deporte y en su pretensión de participar en la exigente competición IronMan. Es una persona metódica en grado sumo. Cuando comienza a leer el blog de Maya de forma compulsiva, refugiándose en el él al conocer la noticia de la boda de su ex-novia, frena la lectura cuando le suena la alarma de irse a dormir. Joan controla sus horas de sueño y su dieta al dedillo. No se salta ningún entrenamiento, y de tener que dejar de entrenar un día, ajusta todo su calendario de actividad para poder permitírselo. Él mismo le dice a Maya que cuando se propone algo, no se frena hasta conseguirlo. Esto mismo explica su insistencia en conocer a la bloguera una vez se ha atrevido a escribirle el primer correo electrónico. El personaje de Maya se quita la máscara virtual sin previo aviso en un capítulo nuevo y se nos descubre como Sol, una chica granadina que poco tiene que ver con la imagen que nos habíamos creado de ella por sus entradas en la red. Sospechamos, a medida que se nos va dando más información, que se trata de Maya, pero cuando lo confirmamos no podemos evitar extrañarnos. Incluso llegamos a juzgarla, especialmente cuando sabemos que ha mentido en lo referente a Sergio, y que el final de su historia ha sido una invención para aumentar la popularidad de su diario virtual. Comprendemos, al bucear un poco en la mente de la protagonista, los motivos por los que se ha atrevido a darle tanto recorrido a una mentira como esta. De la misma forma que Joan tiene el objetivo de terminar el IronMan, Sol quiere ser una escritora conocida y ver publicada su primera novela. Como vía para conseguirlo comienza a escribir un blog personal. Si Sol se ha inventado una vida paralela es para conseguir llegar a más gente y, también, para ayudar a aquellos que lo estén pasando mal al otro lado de la pantalla. Sol siente celos de Dunia Rojo, una compañera suya de la facultad que se ha convertido en una escritora de renombre. A pesar de que Dunia ha conseguido todos sus logros por derecho propio, Sol no puede evitar sentir celos al ver que su carrera no termina de despegar. Esto, a nuestros ojos (y aunque la juzguemos), la hace más humana. Es impresionante cómo conseguimos empatizar con Sol a pesar de que toda su vida sea una mentira y de que albergue sentimientos tan negativos. Comprendemos, de alguna forma, que éstos nacen de la frustración y que sus propias mentiras han terminado atrapándola y forzándola a seguir actuando. A pesar de que se plantea decirle a Joan la verdad sobre su vida, no lo hace por miedo a que él corte la relación que tienen. Esta relación, como ella misma dice, es lo único bueno que le ha pasado en los últimos meses, y por eso mismo no piensa renunciar a ella. Aunque podemos juzgar negativamente a Sol, Joan tampoco es un santo. Se acuesta con Eva, su compañera de trabajo, a pesar de estar iniciando algo más serio con Sol. Ninguno de los dos protagonistas sabe cómo va a terminar esta relación tan extraña que han iniciado. Sería muy difícil que todo acabara bien, siendo una pareja normal, pero no por ello se cortan las alas. Los dos se han conocido en el momento adecuado y, de alguna forma, se necesitan.
Conclusión de El arte de encontrarse por casualidad
En definitiva, El arte de encontrarse por casualidad es un libro que nos ha sorprendido gratamente. Esperábamos una historia de amor como tantas otras, con la diferencia de surgir en la red. Pero esta novela va mucho más allá y nos presenta personajes imperfectos en situaciones tensas, con sus inseguridades, sus heridas y sus mentiras a las espaldas. Es un libro especialmente interesante por lo humanos que son los protagonistas y, sobre todo, por los errores que cometen. Le hemos dado una muy buena puntuación porque es un libro que, en el marco de la novela romántica, sorprende y engancha al lector inevitablemente. Si os gustan las historias románticas que tienen algún tinte de drama, en las que no todo es sexo y atracción desmedida, éste libro os encantará. Una historia real de soledad, de olvido, de atreverse a cosas nuevas y también, cómo no, de relaciones de pareja. Gracias a Georgia de @promocionLibros por habernos descubierto este libro.
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