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Análisis de Un bollito feliz, la segunda colección de cómics de Sarah Andersen

rigoberta 0 Comentarios


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Imágen destacada - Análisis de Un bollito feliz, la segunda colección de cómics de Sarah Andersen

Un bollito feliz es la segunda colección de cómics de la artista mundialmente conocida Sarah Andersen. Este volumen ha salido a la luz este mes de julio gracias a la editorial BRIDGE. Esta novedad del humor gráfico sigue la estela del primer libro de la artista, Crecer es un mito. A lo largo de las páginas de este libro, la dibujante nos arrancará varias sonrisas con su peculiar forma de ver el día a día.

Sinopsis de Un bollito feliz

Aunque el tiempo pasa, y eso es inevitable, las viñetas de Sarah Andersen reflejan que crecer, a veces, como ella misma expresaba en el título de su primera obra, es un mito.

Este es el segundo libro que publica la artista de cómic más conocida del panorama actual. El auge que ha experimentado su obra gracias a las redes sociales la ha convertido en todo un referentes de masas con temas típicos de la generación de los millenials. En esta nueva recopilación de viñetas de Sarah C. Andersen, la dibujante nos trae más historias acerca de las relaciones de pareja y de amistad. La dificultad a la hora de entablar nuevas relaciones de amistad, los problemas que supone la ansiedad social o el amor por los gatos son algunos de los temas que trata Andersen en este nuevo libro.

A diferencia de su primera publicación, Crecer es un mito, en este volumen la artista se acerca un poco más a los lectores. Mediante unas viñetas de corte distinto al habitual, Andersen nos cuenta un poco más acerca de sí misma. En todas sus viñetas aborda temas que le importan con situaciones que le son familiares, pero nunca toma la palabra directamente y nos cuenta sus propias experiencias hasta este momento. Es todo un cambio el hecho de que se nos muestre tan cercana en las últimas páginas de este Un bollito feliz. Sin duda, éste es su libro más personal e intimista.

Sobre Sarah C. Andersen, la autora de Un bollito feliz

Si hablamos de Sarah C. Andersen, seguro que hay muchos momokienses detrás de la pantalla que sabéis a quién nos referimos. Los que no la identifiquéis por su nombre, seguramente caéis en la cuenta en el momento en que echéis un ojo a una de las viñetas de esta popular artista, especialmente conocida en la red.

Andersen estudió Bellas Artes en la ciudad estadounidense de Maryland. La artista revolucionó internet con sus viñetas casi desde el mismo momento en que las empezó a subir en la red. Su webcomic Sarah's Scribbles es un proyecto que inició allá por el año 2011, y que es la serie de historietas que le han reportado la fama de la que disfruta hoy en día. En el año 2013, Andersen comenzó a subir sus tiras cómicas en Tumblr, y al poco tiempo las compartió también en Facebook y en Twitter.

Después de graduarse en Bellas Artes, en el año 2014, Sarah C. Andersen pasó a dedicarse por completo a sus viñetas cómicas. Los temas recurrentes de la artista tocan las principales preocupaciones de los jóvenes de su generación, los millenials. En sus tiras cómicas, la artista explora temáticas como las relaciones de pareja, de amistad, la ansiedad social, el trabajo o la moda actual. Su estilo único la ha convertido en una de las dibujantes más seguidas de todo internet, siendo una de las primeras artistas que aprovechó el poder de las redes sociales y se vio beneficiada de las mismas.

El primer libro publicado de Sarah C. Andersen tardó en ver la luz, en el año 2016 salió a la venta Crecer es un mito. Sus publicaciones en físico son una recopilación de los trabajos que la artista cuelga en la red, con el plus de tiras cómicas inéditas a mayores. En la actualidad, Andersen reside en Brooklyn, donde sigue trabajando en sus historietas.

Análisis de Un bollito feliz

Ya partimos de la base de que Sarah Andersen es una de nuestras dibujantes de cómic favoritas. Esto no es nada raro o poco habitual, ya que la conocidísima artista es uno de los mayores referentes del humor gráfico en las redes sociales. Precisamente, mucho del contenido de este libro viene de las viñetas que sube a sus cuentas oficiales. Sin embargo, -y esto es algo que destacamos enormemente de este libro- en Un bollito feliz encontramos mucho material inédito que hará las delicias de los fans como nosotros.

Tres de los pilares en cuanto a temática de las historietas del libro -y de la obra de Andersen, realmente- son: los gatos, los problemas para relacionarse de las personas asociales (entre las cuales se incluye la autora) y las relaciones de pareja.

Definitivamente, Sarah Andersen se ha postulado en los últimos años como la reina del humor cotidiano. Sus trazos sencillos, pero a la vez llenos de personalidad y dinamismo son característicos y reconocibles a primera vista. La artista se retrata a sí misma siempre mediante un personaje de ojos enormes, con el pelo corto y revuelto, que lleva un jersey a rayas blancas y negras. La composición de sus viñetas siempre está cuidada. Es una maestra de los planos y de la dosificación de la información en viñetas. Sus historias siempre tienen ritmo y terminan con un giro humorístico o melodramático que cierra la minitrama.

En cuanto a la técnica, Andersen emplea siempre -como en sus cuentas de redes sociales- el blanco y negro. De hecho, únicamente añade color en pequeñas dosis en las portadas de sus libros. Los trazos suelen ser por lo general gruesos. En ocasiones define las formas con un trazo grueso y los detalles los añade con líneas de un ancho más fino.

Últimamente está empleando un recurso que nos ha llamado la atención desde que lo vimos por primera vez en una de sus viñetas subidas en su cuenta de Instagram. A lo que hacemos referencia es al uso del desenfoque. Esta distorsión de las formas ayuda a crear una mayor sensación de profundidad en los planos que crea la artista. En otras de las viñetas, lo que consigue con este efecto es, precisamente, inferir velocidad a sus personajes.

Podríamos dividir Un bollito feliz en dos secciones completamente diferentes, tanto en la trama como en la técnica narrativa empleada. En las primeras viñetas que aparecen en el libro, la dibujante emplea su estilo habitual de presentarnos una historia con un título y pocas viñetas en las que sucede la acción. Por el contrario, al avanzar en la lectura, comprobamos que la forma de narrar de Sarah Andersen varía, así como sus temáticas. En las últimas páginas del libro, la artista aporta información más personal y cercana sobre su vida y problemas propios después del título de cada una de las historias. Interpretamos esto como un ejercicio de acercamiento al lector, así como una forma de que sus lectores puedan conocerla mejor.

Entre muchas cosas, en estas páginas más íntimas, Andersen habla de sus intentos de vencer la timidez y cómo hacerle frente a la soledad y a la ansiedad social. También, en un tono bastante más cómico, nos habla de cómo comenzaron a gustarle los gatos. ¡Al principio no le gustaban especialmente y sentía una especial de recelo hacia ellos!

Aparecen de nuevo en las páginas de este segundo libro de la dibujante los personajes recurrentes del novio de la protagonista y de su mejor amigo, un conejo blanco. Su obsesión por las sudaderas de su novio, su fobia social, los intentos de seguir las directrices que marca la sociedad para alcanzar la perfección, son muchos de los temas que aborda Sarah Andersen. Siempre desde una perspectiva humorística.

Opinión de Un bollito feliz

Sorprende, observando que la sociedad encumbra a las personas extrovertidas como exitosas, el hecho de que viñetas que tratan los problemas para relacionarse de los introvertidos tengan una acogida tan aplastante a nivel internacional. Hay muchas viñetas de Sarah C. Andersen que hacen referencia a su incapacidad de relacionarse en ciertas situaciones, a su ansiedad social y a su propensión a la soledad.

Algo especialmente destacable, como ya hemos comentado anteriormente, es el hecho de que en este segundo libro de la artista hay muchas viñetas inéditas hasta la fecha. Uno de los contras que tenía Crecer es un mito era precisamente esto, que gran parte de las viñetas del libro ya estaban subidas en sus redes sociales.

Otro de los puntos positivos de Un bollito feliz es que nos permite conocer más en profundidad a Sarah C. Andersen. La artista acostumbra a hacer viñetas sobre temas que le preocupan o con los que se identifica, pero de una forma genérica, cualquiera al que le haya sucedido se puede identificar. Sin embargo, en este segundo libro de Andersen, la propia artista toma voz en las últimas viñetas y nos cuenta detalles de su vida. Entre otras muchas cosas, nos desvela cómo llegaron a gustarle los gatos, cómo afronta las situaciones vergonzosas y de qué forma se fuerza a relacionarse con personas desconocidas.

En este libro nos ha gustado mucho el cambio de estilo en el contenido que nos brinda la artista. Al principio tenemos una serie de viñetas que son las habituales de Andersen, historietas humorísticas en las que nos arranca más de una carcajada. Ya al final del libro, en las últimas páginas de Un bollito feliz, el tono cambia por unas temáticas más intimistas en las que conocemos mucho mejor a la autora. Y esto es especialmente destacable, ya que Sarah ha cuidado mucho su intimidad a lo largo de todos estos años, siendo hasta hace bien poco todo un misterio su aspecto físico.

El estilo de la artista es lo que la distingue de los demás dibujantes de la red, que han proliferado con los años. Sarah tiene una línea estilística única, que aunque pueda parecer sencilla a primera vista (no es un dibujo con mucho detalle y apenas hay fondos en sus viñetas), denota un gran dominio de la técnica del dibujo. Sus formas brillan con una personalidad propia que son el sello de su arte, sus historietas son inconfundibles.

Una de las cosas que más gracia nos hacen son las expresiones de los personajes de Andersen. Es uno de los puntos fuertes de su humor gráfico, la excentricidad y la expresividad excesiva de sus personajes. Los ojos desorbitados, las bocas abiertas hasta el extremo y casi sin dientes, acompañado de un cabello revuelto son el pack completo de la locura en los dibujos de la artista. Su dominio de la gestualidad imprime vida propia a sus personajes y los dota de vida. Este punto también potencia el dinamismo de sus historias, consigue ser exagerada y dramática de una forma especialmente cómica.

La edición nos ha encantado. El estilo de la portada variando el rojo de Crecer es un mito varía por un azul en un libro de tapa dura que es un placer leer. Hay gran cantidad de viñetas que completan este segundo libro de Sarah C. Andersen. Especialmente, nos gustó el contenido inédito del que ya os hablamos antes en la reseña.

Conclusión de Un bollito feliz

Desde luego, si lo que queréis es pasar un buen rato y reíros con una de las mejores obras de humor gráfico que hay ahora mismo en las librerías... ¡Un bollito feliz es el título que buscáis!

Sarah Andersen ha realizado una recopilación de lo más potente para su segundo volumen de colección de viñetas. Si os gusta reír y disfrutáis del humor gráfico este es un título muy indicado para vosotros, además de que se lee en muy poco tiempo. Además, podéis conocer mucho mejor a la que es una de las artistas más conocidas del panorama actual.

Sin duda alguna, Sarah C. Andersen es toda una inspiración para aquellos artistas que quieren emplear las redes sociales para llegar a más gente. Con un estilo fresco, tratando temas profundos y algo delicados con un sentido del humor único, Sarah es uno de los grandes referentes actuales. Consigue Crecer es un mitoUn bollito feliz si quieres disfrutar de las mejores historietas de la red.

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