Sobre Agustín Fernández Paz, autor de Aire negro
Agustín Fernández Paz (Vilalba, 1947-Vigo, 2016) es uno de los escritores gallegos más importantes e influyentes en la literatura infantil y juvenil. Escribió más de 50 títulos, muchos de ellos de género fantástico. Muy preocupado por la educación, trabajó como docente durante 30 años en distintos niveles educativos. En su carrera como autor obtuvo numerosos premios y nombramientos nacionales e internacionales, entre los que destacan el VII Premio Iberoamericano SM de la Literatura Infantil y Juvenil, en reconocimiento a su trayectoria, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2008 del Ministerio de Cultura de España por su libro O único que queda é o amor, o la inclusión de Aire negro en el Catálogo White Ravens de la International Youth Library de Múnich en 2001.
Sinopsis de Aire negro, de Agustín Fernández Paz
Victor Moldes es un joven psiquiatra que comienza a trabajar en la prestigiosa clínica Beira Verde. Su primera paciente es Laura Novo, una escritora y periodista con la memoria borrada que ocupa las horas del día en escribir de forma compulsiva su nombre. Se aferra a él como si fuera el único resto de algún naufragio emocional. Mediante una terapia innovadora, el doctor busca que la paciente abandone su prisión interior y comience a recordar su pasado.
Escríbalo todo, reviva otra vez lo que pasó. Escriba lo que no es capaz de expresar con palabras en voz alta. Así irán cogiendo sentido los recuerdos que ahora permanecen enmarañados en su memoria.
El doctor conseguirá que Laura rememore todo lo que le sucedió en los meses anteriores, cuando una oscura sombra parecía amenazar su vida. Pero Víctor no podía imaginar a qué le estaban abriendo la puerta. Por debajo de la tranquilizadora superficie de la vida, los terrores más hondos aguardan la ocasión propicia para destruirnos.
Análisis de Aire negro, de Agustín Fernández Paz
Aire negro es una novela que mezcla intriga, amor, fantasía y terror en un combinado perfecto. El misterio en torno a Laura Novo arrastra al lector a través de una prosa dinámica y ligera.
La novela está repleta de referencias literarias: Jung, Lovecraft, Rosalía de Castro o Conrad son algunos de los autores citados a lo largo de la historia, todos muy relacionados con la temática de la novela.
Galicia en sí es otro de los temas: la tierra, sus habitantes, el poder de las historias y la superstición, los conxuros y las puertas al infierno.
La novela está estructurada en tres partes; el principio y el final son narrados por Víctor Moldes, quien decide escribir la historia que le tiene perturbado. Cuenta cómo conoció a Laura Novo y su relación médico-paciente. Víctor cae rendido ante la misteriosa Laura y se obsesiona por ayudarla a salir de su prisión mental.
Laura narra la parte central de la historia, su historia. Aterrorizada por el horror que oculta, pero animada por el doctor, escribe sus memorias. Con sus dotes de escritora, elabora una narración que parece fantástica, pero muy verosímil. Y éste es el mayor enigma del libro: ¿estamos ante una historia real, o una fantasía muy bien elaborada? ¿Está Laura contando la verdad, o su mente trastornada ha transformado lo imaginario en un relato congruente y bien elaborado?
Laura es el personaje en torno al que se dibujan el resto. Sin quedar desmerecidos, su importancia en la trama es la justa, mientras que Laura es la protagonista central. Su pelo rojo, su mirada penetrante y el horror que la persigue son tan intensos, que ni las tramas de amor la eclipsan. Tanto Víctor, que queda prendado de Laura, como Carlos, su amor de juventud, se mantienen en un segundo plano.
Opinión sobre Aire negro, de Agustín Fernández Paz (contiene spoilers)
Aire negro es una novela absorbente. Su breve duración (apenas 200 páginas) y su ritmo fluido favorecen que se lea en apenas unas horas. La historia atrapa y, mientras avanza, el misterio de qué le pasó a Laura Novo se va haciendo más atrayente.
El autor crea una mezcla muy interesante entre el mundo real, el mundo psíquico y el mundo de la fantasía. Juega con los límites de la realidad y la fantasía, que muchas veces parecen tan borrosos. E incluye en la ecuación las leyendas propias de Galicia y la oscuridad que en ellas se guarda. La tierra de las meigas es el escenario ideal para esta novela. Sus habitantes, supersticiosos y desconfiados, a la vez que hospitalarios y amables, recrean el entorno ideal para el suspense.
(¡Ojo, spoilers!) Con un final abierto, la historia parece quedar inacabada. Termina con el testimonio de Víctor sobre los últimos días de Laura Novo. O lo que se sabe de ellos. El médico confiesa cómo su impulsividad les lleva a ambos a límites insospechados. Cómo desata el horror por su imprudencia y por no escuchar a Laura. Ella queda condenada y él, trastornado. Pero al lector le queda la duda de si el relato es totalmente cierto. Si los monstruos de verdad existen. O de si el poder de la autosugestión y el miedo son tan fuertes que nos hacen ver más de lo que hay.
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