La verdadera historia de Lolita y el secuestro de Sally Horner

La famosa e inquietante novela que escribió Nabokov, Lolita, está inspirada en el dramático secuestro de una pequeña de 11 años llamada Sally Horner.

Fue una auténtica casualidad que Nabokov diera con la historia de Sally Horner. Nabokov llevaba años buscando inspiración para una historia en la que un hombre adulto se obsesionase por una niña menor de edad cuando llegó a sus manos una nota de prensa en un diario en el que mencionaban de pasada que Sally Horner, una joven de 15 años, acababa de morir en un accidente de tráfico. La nota de prensa añadía un morboso recordatorio justo debajo del obituario: Sally era la niña a la que un mecánico de 52 años conocido como Frank La Salle había secuestrado y violado brutalmente durante 21 meses consecutivos. 

De ahí es de donde nació la famosa pero al mismo tiempo moralmente reprochable historia de Lolita.

Sally Horner y la real Lolita

Sally Horner era menor de edad, prácticamente una niña, cuando la pillaron robando una libreta en una tienda de una esquina. Rápidamente, un hombre llamado Frank La Salle se acercó a ella y le aseguró ser parte del FBI. Solo podemos imaginarnos la reacción de la pequeña en esa calle de Camden, Nueva Jersey, cuando ese hombre la amenazó diciéndole que iba a meterse en terribles problemas y que la iban a enviar a un reformatorio (o incluso algo peor). La Salle le insistió en que la única forma de conseguir librarse de la pena era si se comportaba como “una buena chica”. Sally solo quería reparar el daño causado, pero por nada del mundo se imaginó que aquel suceso acabaría convirtiéndose en una pesadilla de 21 meses en el que La Salle la secuestró y la violó en repetidas ocasiones, arrastrándola de una punta a otra del país mientras se hacía pasar por su padre.

Nadie sospechaba nada de ese padre controlador que llevaba a su hija por todo el país. Sin embargo, según cuentan los periódicos, casi dos años después de que la secuestrara, Sally consiguió separarse un momento de él y decirle a un desconocido que si por favor podía llamar a su casa. Otros periódicos cuentan una historia diferente: que fue la propia niña la que consiguió llamar a su hermana por teléfono o que los hechos se destaparon cuando un compañero de clase en su nueva escuela de Texas le dijo que estaba mal lo que Sally y LaSalle hacían en el dormitorio.

Lo que sí está claro es que desde la primera semana de su secuestro, LaSalle obligó a la niña de 11 años a mantener relaciones sexuales con él. Cuando la niña suplicaba que quería volver a casa, este insistía en que si no se portaba bien, la denunciaría por el robo de la libreta de cinco centavos en la tienda e iría a la cárcel. Bajo amenazas y abusos vivió la joven con un hombre que ya tenía antecedentes penales por abusos sexuales a menores y que ya estaba fichado por la policía.

En cuanto los agentes de la ley lo detuvieron, este confesó de inmediato y fue condenado a 35 años de prisión por un juez que lo designó como un “leproso moral”.

Documentación sobre el caso

Dos libros publicados este mismo año (The Real Lolita de Sarah Weinmann y Rust & Stardust de T. Greenwood) narran cómo Nabokov se nutrió de los detalles del secuestro de Sally para poder crear su propia novela: una obra que tal y como ya hemos dicho llevaba paralizada casi una década. 

El protagonista de la obra, Humbert Humbert (que suena similar a “hombre” y que, por tanto, se interpreta como una sombra peligrosa), realiza viajes frecuentes por todos los Estados Unidos y mantiene una relación con una novia-niña de la cual afirma ser realmente el padre. Varios detalles de la obra de Lolita son claras alusiones al truculento caso de LaSalle, hasta el punto de que la frase del final está inspirada en algunas declaraciones que el propio Frank realizó a la prensa.

Según Weinmann y Greenwood, las continuas alusiones a las manos y pechos florentinos de la joven de Lolita podrían ser no solo una referencia a las obras de arte de Boticcelli sino también un guiño al primer nombre de Sally: Florence.

Ahora solo queda preguntarnos cuánto de los sentimientos del propio Humbert Humbert es ficción y cuánto es realidad. La revista Esquire, que trató también estas casualidades entre la novela y los sucesos, finaliza también con esta misma cita que Nabokov realizó cuando lanzó su propia novela, haciendo que nos preguntemos si él mismo sintió algo por su propia Lolita.

"Esta es, pues, mi historia. La he releído. Se han pegado pedazos de médula, y costras de sangre, y hermosas moscas de fulgor verde. En tal o cual recodo del relato siento que mi yo evasivo se escapa, deslizándose en aguas más hondas y profundas que las sondeadas. He disfrutado cuanto he podido, para no herir a las gentes. Y he jugueteado con muchos seudónimos antes de dar con uno que se me adaptara convenientemente. [...] pero por algún motivo creo que el escogido es el que mejor expresa mi suciedad."