Tesa, fotógrafa, independiente, atractiva, rebelde, madre de dos hijas, divorciada, idea un audaz plan para desvelar los sentimientos encerrados en el silencio de los corazones de sus amantes pasados. Necesita escuchar las palabras no dichas, las dificultades no reconocidas para almacenar y confirmar su sabiduría y respirar victoriosa unos instantes que le permitan trasformar esa energía en un vuelo ajeno a cualquier conducta establecida, ser libre.
Ella está segura de que los hombres se topan con techos de cristal que empequeñecen sus respuestas en la aventura de vivir y que las mujeres no tienen espejos donde mirarse para definir su ser. Ciegos, locos, cojos, mudos… todos, ellos y ellas, atrapados en un sinsentido voraz, frustrante que compone una Humanidad absurda y ajada. “Varados en el silencio” combina la historia de seis hombres que se han cruzado con Tesa en diferentes momentos de su vida. Un joven sensible, Daniel, será el cómplice de nuestra protagonista, el hilo conductor, un truco: asumirá la personalidad de otro, un hijo abandonado, para poder entrevistar y desnudar las dificultades de la masculinidad en los hombres que conforman el pasado de Tesa: ira, dolor, emociones estancadas y no enfrentadas. En el fondo, entre ellos, surge el autorretrato privado de nuestra protagonista. Una historia circular, situada en lugares que habitó en su infancia, (Biarritz, Sierra pobre de Madrid, Madrid…), individuos equivalentes que ofrecen un comportamiento aprendido, casi grabado en los genes, y una mujer que se niega a cumplir el papel de personaje secundario que se amolda a una sociedad llena de trampas emocionales que aniquilan la vida, la personalidad, convirtiendo a los vivos en muertos vivientes, ajenos a ellos mismos.