Patricia es una bruja que tiene el don de comunicarse con los animales. Laurence es un geek que ha construido una máquina del tiempo que le permite viajar dos segundos hacia el futuro. Juntos sobreviven como pueden al infierno de crecer siendo los raros, los marginados. Hasta que sus vidas toman caminos diferentes…
Nos contarán que por culpa de la metedura de pata de Patricia se libera tal cantidad de metano que genera un cambio climático prematuro, pero a lo largo de toda la obra no se hace referencia a esto (altas temperaturas, movimientos migratorios, deshielo en el norte) hasta que necesita sacarlo a colación por necesidades argumentales. Y esto pasa continuamente, generando un deus ex machina tras otro para justificar decisiones que, en mi opinión, tendrían que haberse trabajado más para aportar coherencia en la obra.
Esto, sumado a la mezcla de tonos hace que me resulte raro saber a quién recomendárselo. Definitivamente, a alguien que quiera pasar un buen rato sin darle demasiadas vueltas porque… si no, se te irán todos los pájaros al cielo.