Tras un cataclismo que acabó con las vidas de millones de personas, en el mundo se ha vuelto común ver los espíritus de los fallecidos. Los vivos y los fantasmas conviven de forma cotidiana. Aunque Veronica preferiría que los fantasmas pudieran descansar, se ha dado cuenta de que, por algún motivo, cada vez están más activos. Están ganando poder. Cuando Veronica y su amigo Kirk deciden investigar el porqué, realizan un siniestro descubrimiento: uno de los profesores del instituto al que va Veronica lleva realmente mal que su hija fallecida jamás haya reaparecido como fantasma. Y el cuerpo de Veronica le parece el recipiente perfecto para que lo posea el espíritu de su hija. Sería como devolverle la vida, así podrá volver a tenerla.