El mundo en el que transcurre, pese a no tener nombre, se percibe como bien construido y coherente. Aunque no llegamos a conocerlo entero, si se nos presentan varias zonas importantes (el ducado de Slaris, con las ciudades de Bridunum y Vaystrad, Sunidra en la costa o la isla de Ralik, entre otros). E incluso, en una de las historias, llegamos a otro mundo, uno muy parecido al nuestro. Esa escena, en el libro II (La Ciudadela), me parece de las más interesantes. Pero no hablaré más para no hacer ningún spoiler. Muchos elementos de la novela pueden recordarnos a las historias de Tolkien. Yo, personalmente, he visto muchas similitudes con 'El color de la magia', de Terry Pratchett.
En definitiva, recomiendo a todos los amantes del género fantástico, y de la literatura en general, que se atrevan a leer 'Historias del camino', porque sin duda no les defraudará.