En 1819, el Imperio británico domina los mares con mano de hierro y expande sus tentáculos hasta los confines del mundo. Ajeno a todo esto vive Owen Wedgwood, un cocinero magnífico que lleva casi una década a las órdenes de lord Ramsey, uno de los comerciantes más conspicuos de la época. Pero la plácida rutina del viudo y solitario Owen se trunca en un instante cuando, en el transcurso de un banquete, es secuestrado por los tripulantes del Flying Rose, un barco pirata al mando de la temible Hannah Mabbot, que lo encierra en las bodegas del navío y le anuncia que, si en algo aprecia su vida, deberá prepararle cada domingo una cena exquisita. Y si dicen que el instinto de supervivencia agudiza el ingenio, Owen lo demostrará con creces. Pese a disponer de una cocina sin utensilios adecuados y una despensa saqueada por las ratas, recurrirá a un sinfín de artimañas culinarias para servir a Mabbot deliciosos platos como paté de arenque al romero sobre pan de nueces o raviolis de anguila ahumada al té.