Sin embargo, lo que más me dolió fue el hecho de que, después de todo el trabajo y de todo el sufrimiento por el que habían pasado, Mara simplemente decidiese dejar a Krups en el Bosque de los Orígenes sin un beso o un abrazo de despedida. ¿Por ser su Esperanza, se había desvanecido el amor? ¿No pertenecen él y ella, cada uno a su lado?
El sueño de Newton me recordó a La ciudad de las Bestias de Isabel Allende o a Oirgen de Dan Brown. Es un libro simplemente redondo que, te convenza no el final, merece la pena leer solo para poder acompañar a sus personajes en este viaje de autodescubrimiento que sin lugar a dudas te costará olvidar.