Durante mil años nada ha cambiado: han caído las cenizas, los skaa han sido esclavizados y el Lord Legislador ha dominado el mundo. Pero lo imposible ha sucedido. El Lord Legislador ha muerto. Sin embargo, vencer y matarlo fue la parte sencilla. El verdadero desafío será sobrevivir a las consecuencias de su caída.
Tomar el poder tal vez resultó fácil, pero ¿qué ocurre después?, ¿cómo se utiliza? La tarea de reconstruir el mundo, ahora que Kelsier no está, ha quedado en manos de Vin. Y las brumas, desde que el Lord Legislador cayó, se han vuelto cada vez más impredecibles...
A medida que el asedio se intensifica, la antigua leyenda del Pozo de la Ascensión ofrece un único rayo de esperanza.
En ese mundo de aventura épica, la estrategia política y religiosa debe lidiar con los siempre misteriosos poderes de la alomancia...
La obra rebaja enormemente el nivel de madurez de El imperio final para acabar presentando un trío romántico adolescente y reduciendo a la espectacular protagonista muchas veces al papel de una niña confundida por el significado de llevar faldas.
Pero, las batallas siguen siendo espectaculares y, para qué nos vamos a engañar, el sistema de magia de Sanderson sigue siendo de lo mejorcito que hay en el género. Así que… sí, es posible que El Pozo de la Ascensión haya resultado superficial y repetitivo, pero sin duda leeré El héroe de las eras.