Una banda de mujeres de armas tomar se enfrentará al alcalde y a su corrupto cuerpo de policía para frenar los excesos y abusos que infringen impunemente a la población local. Desde el ayuntamiento se ejerce un poder exagerado, despótico e injusto, cómplice del párroco local y su diácono, implicados en turbios casos de abuso sexual. El Club de las Chicas Malas libra una dura batalla en clave pulp años 50 pateando el culo del patriarcado sin compasión.
Porque detrás de El club de las chicas malas se esconden mensajes potentes y poderosos. Mensajes que hablan de responder con la misma contundencia al mal que te provoquen solo por ser una mujer y creer que no te defenderás, mensajes sobre la sororidad entre hermanas y ayudarse las unas a las otras y sobre todo, un mensaje que dicta que no nos callarán. Porque no importa que una caiga en combate o que parezca que la batalla la han ganado ellos. Todas formamos parte del Club de las Chicas Malas, y donde falte una, se levantarán cientos.
Así que sí, es posible que sea literatura pulp y que a las chicas no se les cierre la boca nunca (literal y figuradamente). Pero sigue siendo un cómic interesante, muy bien editado y con mucha mala leche de por medio.