Desde muy pequeña, Iris ha tenido la capacidad de ver a través de los sueños la muerte de quienes la rodean. Se siente culpable ante las muertes que no puede evitar y ahora, tras mudarse a un pequeño pueblo al nordeste de España junto a su desfragmentada familia, tiene la certeza de que la oscuridad viene a por ella. Y cuando la abuela Sión le revela que forma parte de cierto linaje antiguo de mujeres poderosas, Iris se da cuenta de que la realidad no es como imaginaba y de que la muerte no es como muchos dicen.
La vida de Iris está marcada por oscuros secretos, pero quien es capaz de escuchar, mirar y esperar, encuentra entre las sombras resquicios de luz. El resquicio de Iris es alguien que siempre ha estado a su lado intentando guiarla, sin que ella lo notara, y con quien acabará sintiendo un vínculo de auténtico amor.