Al final de Casa Capitular, sexto volumen de la saga y la última novela que escribió Frank Herbert, una nave en la que viajaban el ghola de Duncan Idaho, Sheeana (la joven que podría controlar a los gusanos de arena) y una tripulación de refugiados huía a los confines de la galaxia, escapando de las temibles Honoradas Matres, las oscuras homólogas de la Hermandad Bene Gesserit. Aunque también las Matres habían tenido que adentrarse en el universo conocido, al ser expulsadas de su planeta original por un temible enemigo.