Soy Alba Pariente Bueno, nací en Rueda (Valladolid), tengo veintidós años y muchos sueños por cumplir. Estudio Publicidad y Relaciones Públicas, y la vida me ha traído a Madrid.
Cuando era pequeña jugaba en el Parque Los Poetas. ¿Casualidad? No lo sé. Con nueve años escribí mis primeros poemas, y en plena adolescencia la vida me volvió a conducir a la poesía. Así nació Valentina Romanetti, mi voz silenciosa, pero la que más grita.
Valentina es la valentía de Alba, y Romanetti es una bonita manera de decir que aun estando en ruinas, como Roma, puedes ser preciosa. Y esa valentía se transformó en las páginas de Vorágine, mi primer libro. Ahora, en Antes de que nuestros corazones se incendien, amaremos como si el final no estuviera escrito, como si fuera la última vez que el corazón nos deja hacerlo.
Xiomara Batista se siente ignorada e incapaz de ocultarse en Harlem. Desde que su cuerpo se volvió curvilíneo, aprendió a dejar que sus puños y su rudeza hablaran por ella. Pero X tiene mucho para decir, por eso descarga su frustración en las páginas de un cuaderno y recita las palabras para sí misma como si fueran plegarias, especialmente después de verse invadida por fuertes sentimientos hacia un chico de la clase de Biología. Ante la determinación de «mami» de forzarla a obedecer las leyes de la iglesia, X comprende que es mejor guardarse sus pensamientos.