El artbook de Bloodborne es un pecado para los amantes del juego

Somos verdaderos fans y amantes de Bloodborne y del resto de juegos de la saga Souls, así que no hemos podido evitar comprarnos el artbook oficial con toda la intención de regodearnos en el increíble diseño de sus personajes y sus monstruos, de los bosses finales y de las armas y, por supuesto, de sus increíbles escenarios.

El artbook de Bloodborne cuenta con 265 páginas impresas a todo color sobre papel satinado con brillos. Es de tapa blanda con un ligero relieve en el logotipo de la cubierta impreso en tinta plateada. En cuanto abrimos la portada y pasamos de las primeras páginas nos encontramos con un completo índice que enumera las diferentes ilustraciones con las que cuenta este extenso artbook.

El artbook cuenta con ilustraciones de los escenarios que aparecen en el videojuego oficial de From Software, concept arts de los personajes, detalles de las armas y de los diferentes monstruos del juego, así como modelos en 3D.

El artbook no cuenta con ningún orden lógico ni apartado extra o comentarios de los diseñadores e ilustradores: se limita a ser un recopilatorio de diferentes ilustraciones. Sin más.

El artbook de Bloodborne no convence ni en su edición ni en la calidad de la impresión.

Lanzar un artbook no es simplemente recopilar unas cuantas ilustraciones de un juego / serie o película con un diseño artístico potente e imprimirlo directamente para hacer una amplia tirada: la edición es una parte simplemente colosal del producto final.

El artbook de Bloodborne no da la talla. Y mira que es una pena, porque en mi opinión se trata de uno de los videojuegos con el mejor diseño artístico al que podemos jugar de los últimos años. El diseño victoriano - gótico de sus personajes, la decadencia de la humanidad convertida en monstruos o las aterradoras calles de Yharnam quedan absolutamente difuminadas en un artbook con grandes escenas pixeladas, bocetos malamente recortados con la herramienta de lazo poligonal de Photoshop o incluso en escenarios con tan poco contraste que no se diferencian los elementos.

La primera impresión que obtienes al abrir la caja donde viene el libro es una inicial desilusión: a pesar de su elevado precio (que oscila entre los 35 y los 40€), el artbook de Bloodborne está impreso en tapa blanda. Bien es cierto que han intentado darle un valor añadido con la tinta en plata y el relieve, pero la sensación general al coger un artbook de tal empaque y sobre todo, con tantas páginas, resulta pobre una vez lo tienes en las manos.

Sin embargo, tendremos que esperar a abrir el artbook para descubrir por qué no funciona la obra en general: el papel del interior es de un gramaje fino, satinado y con brillo de forma que parece que cada página está plastificada pero sin contar con el grosor suficiente para ello. La capa de brillo no le sienta nada bien a esta obra ya que es fácil que cualquier fuente de luz impacte directamente sobre sus páginas y genere un punto de luz quemada, impidiéndote disfrutar del artbook en cualquier sitio que no tenga una luz difusa o natural.

El efecto satinado final le queda genial a cualquier ilustración con fondo en blanco, esto es, a los concept de los personajes, armas y enemigos. Sin embargo, con las de fondo en negro, azul marino u oscuro en general que constituye el 70% de la obra, el brillo impide disfrutar de los colores y genera manchas molestas en cuanto las tocas con los dedos, provocando que tengas que manejar la obra con mucho cuidado.

Esto sin hablar de lo deslucidas que quedan las ilustraciones a página completa o a doble página: muchas de las ilustraciones no cuentan con el contraste suficiente y se pierden los elementos, la impresión es de mala calidad o incluso te encuentras con ilustraciones deslucidas y pixeladas, que no cuentan con la resolución suficiente como para cubrir un A4.

El artbook es absolutamente caótico, y no en el sentido de la maravillosa confusión que te inunda en la primera hoguera en Yharnam del juego, sino en el sentido de que no sabes muy bien por dónde empezar a ver el libro. Un amante de concepts de personajes tendrá que ir saltando de una página a otra en busca de Lady Maria, mientras que el que adore el juego de por sí se sentirá ligeramente decepcionado porque no guarda ningún tipo de continuidad ni de orden lógico y coherente.

El índice es absolutamente accesorio, sin aportarte realmente ningún tipo de información extra sobre la obra en sí ni sobre ninguno de sus personajes. No hay pies de página en prácticamente ninguna imagen, comentarios de los diseñadores y desarrolladores o simplemente bocetos del proceso de construcción de los escenarios. En sus páginas simplemente veremos escenarios e ilustraciones, a veces con más o menos detalle, como si navegásemos por el perfil de Deviantart del ilustrador principal.

Claramente no están cuidados los detalles: la numeración de las páginas está impresa en una fuente Palatino Linotype blanca (la más común a la hora de realizar edición básica), mientras que los escasos detalles a pie de imagen que hay repartidos son una fuente sans serif con mucho interlineado entre cada letra que chocan enormemente con la tipografía escogida para los números.

A todo esto hay que añadirle una maquetación ligeramente absurda: algunas páginas aprovechan al máximo el espacio y lo cubren de una forma profesional y maravillosa, mientras que otras se quedan absolutamente a medias.

Es cierto que algunas ilustraciones son simplemente geniales, y que para fans acérrimos de Bloodborne esta es una adquisición más para completar una colección compuesta por figuritas, tazas y algún que otro llavero. Pero este artbook ha desaprovechado enormemente el potencial estético de un juego hermoso y bello. Y eso, no vamos a perdonárselo.